5 maneras en que las iglesias de ICM ayudan a hacer del mundo un lugar mejor

 familia caminando juntos

 

5 maneras en que las iglesias de ICM ayudan a hacer del mundo un lugar mejor

En ICM ayudamos a la construcción de un mundo en el que las personas no seamos desechadas por ninguna razón.

 

  1. Aceptar la diversidad: hay comunidades grandes y otras pequeñas, algunas practican la Eucaristía cada fin de semana y otras cada mes. Infinidad de confesiones religiosas son bienvenidas: mormones, luteranas, anglicanos, católicas, ¡de todas! Nos encontramos en un gran número de países y en un sinfín de culturas. Hay gente joven y vieja, flaca y gorda, con pelo crespo y lacio. Habemos quienes disfrutamos de pintarnos el cabello y otres más que prefieren raparse. Nuestros colores de piel son diferentes y nuestras opiniones y posicionamientos suelen ser tan variados como las tonalidades del arcoiris. Muchas veces diferimos, pero no hay que tenerle miedo al conflicto mientras que este se dialogue. Así es como desde nuestras muchas singularidades nos reconocemos como iguales. Igual de valioses, igual de importantes. Comprender, aceptar y amar a la diversidad sigue siendo un gran reto en todo el mundo. Aceptar que quien se encuentra a un lado puede tener un acercamiento a la realidad completamente diferente al propio sigue siendo un gran desafío de nuestra cotidianidad. Permitirnos construir en medio de nuestras rarezas y peculiaridades hace que en el mundo germinen infinidad de posibilidades.
  2. Todas las personas somos dignas: Enunciar a todas las personas como dignas no es menor, pues representa un compromiso con los derechos humanos de todes. No es extraño que en algún momento de nuestra historia nos hayan nombrado como “la iglesia de los derechos humanos”. Un ejemplo de ello es el gran compromiso que hemos demostrado por el matrimonio igualitario. En la pandemia del VIH nos nombraron como “la iglesia del SIDA”, pues por mucho tiempo fuimos les únicos que realizábamos servicios funerarios para nuestros hermanes víctimas de la pandemia.
  3. Dar de comer a la hambrienta y de beber al sediento: No son pocas las comunidades que tienen ministerios para quienes se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad. Hay quienes apoyan a personas que están saliendo de las adicciones, otras más se dedican a brindar cobijas y alimentos a personas en situación de calle y algunas más apoyan a personas que tienen VIH. Como personas que hemos sido excluidas y discriminadas entendemos el significado de vivir en fronteras y periferias, desde nuestra experiencia con un mundo que niega la humanidad de otres, buscamos brindar lo mínimo necesario para que otres no vivan de manera indigna. En ICM ayudamos a la construcción de un mundo en el que las personas no seamos desechadas por ninguna razón.
  4. No tenerle miedo al sexo, ni al placer: Hemos aprendido a reconocer que la erótica, el placer y el sexo son características importantísimas de las personas. Agenciarnos estas de manera libre e informada debe estar presente en la vida de cualquiera. Vivirlas sin culpa y en plenitud es importantísimo para nuestro desarrollo físico, mental y espiritual. Cuando se viene de contextos extremadamente conservadores, suele reconfortante y liberador descubrir que tu sexualidad, sin importar si eres homosexual, bisexual, pansexual, heterosexual o asexual, es válida y bella.
  5. Comunidades de fe radicalmente inclusivas: en el contexto actual, vivimos un preocupante auge de fundamentalismos religiosos. Tener comunidades de fe en que pertenecer al colectivo LGBTIQA+ no sea causal de exclusión, sino testimonio de lo sagrado, es liberador y transgresor. Nuestras comunidades demuestran que no es contradictorio ser lesbiana y creyente, que no es absurdo nombrarse gay y cristiano, que es válido nombrarse bisexual y que las mujeres trans también pueden ser Reverendas. Cualquiera de estas afirmaciones se vuelve necesaria, transgresora y liberadora para miles de personas que no encuentran la manera de conciliar su sexualidad con su identidad de género y con su orientación sexual.

 

Monica TrevinoSOBRE ESTE AUTORA DE ICM: Mónica Treviño Álvarez (pronombre ella) desde junio de 2020 es Lideresa Pastoral Asociada de ICM Libres por Amor. Desde hace dos años imparte talleres sobre los derechos de jóvenes, mujeres y población LGBTIQA+ en diversas iglesias cristianas. Defiende con ternura el derecho a decidir y los derechos sexuales y reproductivos de mujeres. Cree y protege incansablemente el derecho que las personas LGBTIQA+ tenemos de profesar nuestra religión y espiritualidad sin sufrir ningún tipo de rechazo ni discriminación. Es una enamorada del estudio, actualmente se encuentra cursando la Maestría en Estudios Críticos de Género y Teología de la Comunidad Teológica de México.